Hay un ser
cuya presencia
de la naturaleza su
condición engrandece.
Sin él, del humano
ser,
su especie
perpetuarse no podría.
Su grandeza eternizar
permite
de la evolución del
hombre
su continuidad.
Hay un ser
cuya belleza enaltece
del hombre su
existencia.
Su visión en
destellos de luz
y elevada conciencia
orienta el destino
humano.
En su hermosura el
hombre inspirase
y del amor nace ideal
sublime
cumpliéndose de la
Creación
su Ley.
Hay un ser
por siglos
subestimado,
algunas veces
esclavizado,
sin embargo ahora
emancipado,
en su grandeza,
sabia lección al
hombre enseña.
Hay un ser
cuyo derecho, sólo en
su ignorancia,
el hombre negar
puede.
Cuando ese ser se
eleva
en amor,
bondad,
intuición,
dulzura que
solivianta en sus penas al hombre,
que constitúyele en
guía de la humanidad,
resplandece su
condición sublime.
Hoy, el hombre,
cuya existencia
de la evolución su
luz palpa,
rinde homenaje a ese
ser
reconociendo su
misión sublime.
Mujer, preciado ser,
a la Creación tú
representas.
Concibes la vida,
y la eterna y
continuada vida permites.
A ti que has
embellecido a la Creación
con la proliferación
humana,
a ti, hoy, todos, te
rinden homenaje!
Madre, preciado ser:
Bendita seas
todos los días de la
vida!
Autor: Giuseppe Isgró C.
Autor: Giuseppe Isgró C.
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