Poblado de hermosas flores
de la natura el jardín,
del humano ser embellece
su paso por las existencias.
Natura fuente de vida que vibra
manantial fluídico de supremo amor,
al hombre ofrece albergue y en su taller
experimenta, preciados secretos desentraña;
pero no eran secretos.
El hombre mientras avanza rasga el velo
que libera su inteligencia.
La natura cual libro abierto se muestra al hombre,
el hombre imprudente se precipita,
y tal como dijera Carrel
un mundo artificial se creó.
No le rigen leyes naturales,
del hombre las necesidades no yacen satisfechas.
Allí el desconcierto
del hombre en el abismo del conocimiento;
agobiado en el mundo que se ha creado
no satisfecho marcha, no feliz vive,
pero en la fuente no busca
la causa del desconcierto.
Quizá sean los poetas
quienes del retorno a la natura iniciados,
saturados de la romántica poesía,
igual que filósofos y antiguos aedas,
en la natura de nuevo se inspirarán
en ese mensaje que del más allá
nos trae la poesía.
Es que sin pensarlo, todo implica retorno
al punto de evasión, ya experimentados,
después de todo, uno es el principio, uno es el fin,
en la natura está el principio
que es la vida,
en ella está ese fin
que no es la muerte.
Es la evolución.