POESÍA INOLVIDABLE

POESÍA INOLVIDABLE

martes, 25 de septiembre de 2012

DAME SEÑOR

Dame, Señor, un poco de sol, 

algo de trabajo y un poco de alegría.
Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena digestión y algo para digerir.
Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, los lamentos y los suspiros.

No permitas que me preocupe demasiado 
por esta cosa embarazosa que soy yo.

Dame, Señor, la dosis de humor suficiente 
como para encontrar la felicidad en esta vida 
y ser provechoso para los demás.


Que siempre haya en mis labios una canción, 
una poesía o una historia para distraerme.

Enséñame a comprender los sufrimientos 
y a no ver en ellos una maldición.

Concédeme tener buen sentido, 
pues tengo mucha necesidad de él.

Señor, concédeme la gracia, 
en este momento supremo de miedo y angustia, 
de recurrir al gran miedo
y a la asombrosa angustia
que tú experimentaste en el Monte de los Olivos 
antes de tu pasión.


Haz que a fuerza de meditar tu agonía, 
reciba el consuelo espiritual necesario 
para provecho de mi alma.

Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, sosegado, apacible, caritativo, benévolo, dulce y compasivo.
Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos experimente el gusto de tu Espíritu santo y bendito.

Dame, Señor, una fe plena, 
una esperanza firme y una ardiente caridad.

Que yo no ame a nadie contra tu voluntad, 
sino a todas las cosas en función de tu querer.
Rodéame de tu amor y de tu favor.





domingo, 16 de septiembre de 2012

VIVO SIN VIVIR EN MI


 Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero, 
que muero porque no muero. 

 Vivo ya fuera de mí, 
 después que muero de amor; 
 porque vivo en el Señor, 
 que me quiso para sí: 
 cuando el corazón le di 
 puso en él este letrero, 
 que muero porque no muero. 

 Esta divina prisión, 
 del amor en que yo vivo, 
 ha hecho a Dios mi cautivo, 
 y libre mi corazón; 
 y causa en mí tal pasión 
 ver a Dios mi prisionero, 
 que muero porque no muero. 

 ¡Ay, qué larga es esta vida! 
 ¡Qué duros estos destierros, 
 esta cárcel, estos hierros 
 en que el alma está metida! 
 Sólo esperar la salida 
 me causa dolor tan fiero, 
 que muero porque no muero. 

 ¡Ay, qué vida tan amarga 
 do no se goza el Señor! 
 Porque si es dulce el amor, 
 no lo es la esperanza larga: 
 quíteme Dios esta carga, 
 más pesada que el acero, 
 que muero porque no muero. 

 Sólo con la confianza 
 vivo de que he de morir, 
 porque muriendo el vivir 
 me asegura mi esperanza; 
 muerte do el vivir se alcanza, 
 no te tardes, que te espero, 
 que muero porque no muero. 

 Mira que el amor es fuerte; 
 vida, no me seas molesta, 
 mira que sólo me resta, 
 para ganarte perderte. 

 Venga ya la dulce muerte, 
 el morir venga ligero 
 que muero porque no muero. 

 Aquella vida de arriba, 
 que es la vida verdadera, 
 hasta que esta vida muera, 
 no se goza estando viva: 
 muerte, no me seas esquiva; 
 viva muriendo primero, 
 que muero porque no muero. 

 Vida, ¿qué puedo yo darle 
 a mi Dios que vive en mí, 
 si no es el perderte a ti, 
 para merecer ganarle? 
 Quiero muriendo alcanzarle, 
 pues tanto a mi Amado quiero, 
 que muero porque no muero. 




lunes, 10 de septiembre de 2012

MI AMADO PARA MI


Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado
que mi Amado para mi
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó herida
en los brazos del amor
mi alma quedó rendida,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado
que mi Amado para mí
y yo soy para mi Amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor
y mi alma quedó hecha
una con su criador;
ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado para mí

y yo soy para mi Amado.




martes, 4 de septiembre de 2012

NOCHE OSCURA




En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

martes, 25 de septiembre de 2012

DAME SEÑOR

Dame, Señor, un poco de sol, 

algo de trabajo y un poco de alegría.
Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena digestión y algo para digerir.
Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, los lamentos y los suspiros.

No permitas que me preocupe demasiado 
por esta cosa embarazosa que soy yo.

Dame, Señor, la dosis de humor suficiente 
como para encontrar la felicidad en esta vida 
y ser provechoso para los demás.


Que siempre haya en mis labios una canción, 
una poesía o una historia para distraerme.

Enséñame a comprender los sufrimientos 
y a no ver en ellos una maldición.

Concédeme tener buen sentido, 
pues tengo mucha necesidad de él.

Señor, concédeme la gracia, 
en este momento supremo de miedo y angustia, 
de recurrir al gran miedo
y a la asombrosa angustia
que tú experimentaste en el Monte de los Olivos 
antes de tu pasión.


Haz que a fuerza de meditar tu agonía, 
reciba el consuelo espiritual necesario 
para provecho de mi alma.

Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, sosegado, apacible, caritativo, benévolo, dulce y compasivo.
Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos experimente el gusto de tu Espíritu santo y bendito.

Dame, Señor, una fe plena, 
una esperanza firme y una ardiente caridad.

Que yo no ame a nadie contra tu voluntad, 
sino a todas las cosas en función de tu querer.
Rodéame de tu amor y de tu favor.





domingo, 16 de septiembre de 2012

VIVO SIN VIVIR EN MI


 Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero, 
que muero porque no muero. 

 Vivo ya fuera de mí, 
 después que muero de amor; 
 porque vivo en el Señor, 
 que me quiso para sí: 
 cuando el corazón le di 
 puso en él este letrero, 
 que muero porque no muero. 

 Esta divina prisión, 
 del amor en que yo vivo, 
 ha hecho a Dios mi cautivo, 
 y libre mi corazón; 
 y causa en mí tal pasión 
 ver a Dios mi prisionero, 
 que muero porque no muero. 

 ¡Ay, qué larga es esta vida! 
 ¡Qué duros estos destierros, 
 esta cárcel, estos hierros 
 en que el alma está metida! 
 Sólo esperar la salida 
 me causa dolor tan fiero, 
 que muero porque no muero. 

 ¡Ay, qué vida tan amarga 
 do no se goza el Señor! 
 Porque si es dulce el amor, 
 no lo es la esperanza larga: 
 quíteme Dios esta carga, 
 más pesada que el acero, 
 que muero porque no muero. 

 Sólo con la confianza 
 vivo de que he de morir, 
 porque muriendo el vivir 
 me asegura mi esperanza; 
 muerte do el vivir se alcanza, 
 no te tardes, que te espero, 
 que muero porque no muero. 

 Mira que el amor es fuerte; 
 vida, no me seas molesta, 
 mira que sólo me resta, 
 para ganarte perderte. 

 Venga ya la dulce muerte, 
 el morir venga ligero 
 que muero porque no muero. 

 Aquella vida de arriba, 
 que es la vida verdadera, 
 hasta que esta vida muera, 
 no se goza estando viva: 
 muerte, no me seas esquiva; 
 viva muriendo primero, 
 que muero porque no muero. 

 Vida, ¿qué puedo yo darle 
 a mi Dios que vive en mí, 
 si no es el perderte a ti, 
 para merecer ganarle? 
 Quiero muriendo alcanzarle, 
 pues tanto a mi Amado quiero, 
 que muero porque no muero. 




lunes, 10 de septiembre de 2012

MI AMADO PARA MI


Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado
que mi Amado para mi
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó herida
en los brazos del amor
mi alma quedó rendida,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado
que mi Amado para mí
y yo soy para mi Amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor
y mi alma quedó hecha
una con su criador;
ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado para mí

y yo soy para mi Amado.




martes, 4 de septiembre de 2012

NOCHE OSCURA




En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

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