En la alta noche
estoy triste,
sin amor y hasta sin
sueño.
Voy como perro sin
dueño
por la calle en que
viviste.
Dudo ya de que
estuviste
aquí, donde ahora te
pierdo,
donde esta amargura
muerdo
de sospechar que
deliro
si te digo en un
suspiro:
SUSPIRO PORQUE ME
ACUERDO
Al sufrir esta
tortura
ignoro lo que harán
otros.
yo sólo sé de
nosotros
y de mi amor sin
ventura,
de esa pena sin
ternura
que con nada se
compara,
porque es una pena
rara
de la que muero y
aliento.
yo sólo sé mi
tormento
Y SI NO, NO
SUSPIRARA.
Y tú, ¿qué harás, tan
lejana?
¿Te retendrán
prisionera,
que no amaneció en mi
espera
tu estrella tras mi
ventana?
Tal vez, si vuelves
mañana
por saborear tu
mentira,
adonde esté quien
delira
por tí, te habré de
escuchar
decir, curiosa, al
pasar:
¿QUIEN ES AQUEL QUE
SUSPIRA?
Dice el verso de un
cantar
-de esos cantares sin
dueño
que aprendí siendo
pequeño-
"mucho alivio es
suspirar..."
Yo, suspiros he de
dar
mientras vuelves,
bienamada,
de recuerdo iluminada
te llevaré hasta
morir,
porque, ¿quién puede
vivir
SIN ACORDARSE DE
NADA?
Suspiro porque me
acuerdo,
y si no, no
suspirara.
¿Quién es aquél que
suspira
sin acordarse de
nada?
Cancionero popular
venezolano