Haber estado en
ciertos lugares tristes,
cultivar
fantasmas,
como dices tú,
atento amigo mío,
no da derecho a
creer que dentro
dentro de mí
continúe la locura.
He seguido siendo
poeta hasta en el infierno
sólo que yo
buscaba de Eurídice
la casta sombra y
no tengo más palabras...
Ésta, Franco, la
tierna respuesta
a tu dilema: yo
soy poeta
y poeta seguí
siendo tras los barrotes;
sólo que afuera,
sin casa y perdida
he continuado a mi
pesar el canto
de la tristeza, y
dentro de cada flor
de mi voz existe
aún la esperanza
de que nada haya
sucedido que devaste
mi surco de luz y
haya perdido
la verdadera llave
que me cierra a la verdad.
"La poesía
nace de un terreno de dulzura, de amor. Las verdades me vienen de los sueños,
los muertos me visitan"
No hay comentarios:
Publicar un comentario