POESÍA INOLVIDABLE

POESÍA INOLVIDABLE

miércoles, 28 de octubre de 2009

PIEDAD


No era ni amor lo que ella me tenía;era tal vez piedad, lástima era,
porque mi oculta pena comprendía
y ella se compadece de cualquiera.

Hoy que voy recobrando mi alegría,
animado quizás de una quimera,
se va tornando mucho menos mía,
como si ella ya no me quisiera.

Yo sí he formado de mi amor un culto,y en tanto aquí mi juventud sepulto
y la aureola del martirio ciño.

¡No me quites, Señor, mi sufrimiento,si es que habré de perder con mi tormento

la conmiseración de su cariño!

lunes, 26 de octubre de 2009

EL RETORNO A LA NATURA


Poblado de hermosas flores
de la natura el jardín,
del humano ser embellece
su paso por las existencias.

Natura fuente de vida que vibra
manantial fluídico de supremo amor,
al hombre ofrece albergue y en su taller
experimenta, preciados secretos desentraña;
pero no eran secretos.

El hombre mientras avanza rasga el velo
que libera su inteligencia.

La natura cual libro abierto se muestra al hombre,
el hombre imprudente se precipita,
y tal como dijera Carrel
un mundo artificial se creó.

No le rigen leyes naturales,
del hombre las necesidades no yacen satisfechas.

Allí el desconcierto
del hombre en el abismo del conocimiento;
agobiado en el mundo que se ha creado
no satisfecho marcha, no feliz vive,
pero en la fuente no busca
la causa del desconcierto.

Quizá sean los poetas
quienes del retorno a la natura iniciados,
saturados de la romántica poesía,
igual que filósofos y antiguos aedas,
en la natura de nuevo se inspirarán
en ese mensaje que del más allá
nos trae la poesía.

Es que sin pensarlo, todo implica retorno
al punto de evasión, ya experimentados,
después de todo, uno es el principio, uno es el fin,
en la natura está el principio
que es la vida,
en ella está ese fin
que no es la muerte.

Es la evolución.

miércoles, 21 de octubre de 2009

GALERÓN DE LA NEGRA JUANA MARÍA



La negra Juana María,
pimpollo de tentación,
señera como la palma,
caliente como el fogón,
camino de los cantares
se va por mi corazón.

Tallada la piel reluce,
oliendo a puro melón,
a soga sin estrenarse,
a mango medio pintón,
a palo recién floriao,
a lluvia sobre terrón,
a hierba que se remoza
y a vino de garrafón.

El ritmo viene con ella,
con ella va la canción,
los ojos relampagueando
ceniza, llama y carbón;
los mismos de caña dulce,
el cutis de papelón;
la lengua conversadora,
sonrisa como algodón,
y lunas del mismo río
los senos en eclosión,
alegres como perdices,
maracas del llano son,
saltando porque no llevan
sostenes con almidón…

Cintura de cuatro nuevo
sonando de son a son,
al pie del arpa sacude
la canta y el camisón;
anima el contrapunteo,
apura el trago de ron,
y todo el patio llanero
le suena bajo el talón,
igual a como se escucha
la pólvora en el cañon,
el látigo sobre el cuero,
el cedro en el ventarrón
y el dale-que-dale a pulso
la mano sobre el pilón.

La negra Juana María,
remanso y ensoñación,
dulcita como el guarapo,
tan agria como el limón,
va de joropo en joropo,
va de peón en peón;
chaparro cuando ventea,
pisar el caballo andón,
desprecia los amoríos,
no pide ni da razón;
y cuando pasa bailando,
ceñida en el galerón,
su risa y el zapateo
me dan en el corazón.

lunes, 19 de octubre de 2009

LA CASADA INFIEL


Y que yo me la llevè al rìo
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.

Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.

En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.

El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.

Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.

Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo, el cinturón con revolver.

Ella, sus cuatro corpiños.

Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.

Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.

No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo
la luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.

Sucia de besos y arena,
yo me la llevé del río.

Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy:
Como un gitano legítimo.

Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

jueves, 15 de octubre de 2009

CUANDO MI ESPÍRITU GALOPA


Cuando mi espíritu galopa
sus pisadas no son percibidas
parecen sonidos de pétalos
abriéndose al sol.

Cuando mi espíritu galopa
su respiración es el aire
no existen pulmones
ni exhalaciones ni inhalaciones.
Cuando mi espíritu galopa
sus cantos son notas
ocultas en las hojas secas
de un bosque en otoño.

Cuando mi espíritu galopa
sus colores son pinceladas
que reflejan alegrías y emociones
enmarcadas en el universo.

Cuando mi espíritu galopa
me abandona como un niño sin madre
y me siento como hijo del universo
dueño del todo desde sus orígenes hasta sus confines.

Cuando mi espíritu galopa
soy mar, viento, sangre, corazón
besos mojados y vientres excitados.

Y vuelve en tinta y papel
verso y poesía
rayones y ensayos
palabras exactas e inexactas
emociones de magos
tranvía de lejanas tierras
cantos del viento en el desierto
murmullos del mar
pensamientos sin formas ni palabras
imágenes congeladas de sonrisas de niños jugando
en parques destruidos por bombas cobardes.



lunes, 5 de octubre de 2009

POEMA 20


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
 y tiritan, azules, los astros a lo lejos». 
El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 Yo la quise, a veces ella también me quiso.
 En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
 La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no
 haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
 Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella,
 Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla;
 La noche está estrellada, y ella no está conmigo.
 Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
 Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca.
 Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
 La misma noche que hace blanquear los mismos árboles;
 Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
 Ya no la quiero, es cierto; pero cuánto la quise.
 Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
 De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro, Sus ojos infinitos.
 Ya no la quiero, es cierto; pero tal vez la quiero;
 es tan corto el amor y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
 Mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
 y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


miércoles, 28 de octubre de 2009

PIEDAD


No era ni amor lo que ella me tenía;era tal vez piedad, lástima era,
porque mi oculta pena comprendía
y ella se compadece de cualquiera.

Hoy que voy recobrando mi alegría,
animado quizás de una quimera,
se va tornando mucho menos mía,
como si ella ya no me quisiera.

Yo sí he formado de mi amor un culto,y en tanto aquí mi juventud sepulto
y la aureola del martirio ciño.

¡No me quites, Señor, mi sufrimiento,si es que habré de perder con mi tormento

la conmiseración de su cariño!

lunes, 26 de octubre de 2009

EL RETORNO A LA NATURA


Poblado de hermosas flores
de la natura el jardín,
del humano ser embellece
su paso por las existencias.

Natura fuente de vida que vibra
manantial fluídico de supremo amor,
al hombre ofrece albergue y en su taller
experimenta, preciados secretos desentraña;
pero no eran secretos.

El hombre mientras avanza rasga el velo
que libera su inteligencia.

La natura cual libro abierto se muestra al hombre,
el hombre imprudente se precipita,
y tal como dijera Carrel
un mundo artificial se creó.

No le rigen leyes naturales,
del hombre las necesidades no yacen satisfechas.

Allí el desconcierto
del hombre en el abismo del conocimiento;
agobiado en el mundo que se ha creado
no satisfecho marcha, no feliz vive,
pero en la fuente no busca
la causa del desconcierto.

Quizá sean los poetas
quienes del retorno a la natura iniciados,
saturados de la romántica poesía,
igual que filósofos y antiguos aedas,
en la natura de nuevo se inspirarán
en ese mensaje que del más allá
nos trae la poesía.

Es que sin pensarlo, todo implica retorno
al punto de evasión, ya experimentados,
después de todo, uno es el principio, uno es el fin,
en la natura está el principio
que es la vida,
en ella está ese fin
que no es la muerte.

Es la evolución.

miércoles, 21 de octubre de 2009

GALERÓN DE LA NEGRA JUANA MARÍA



La negra Juana María,
pimpollo de tentación,
señera como la palma,
caliente como el fogón,
camino de los cantares
se va por mi corazón.

Tallada la piel reluce,
oliendo a puro melón,
a soga sin estrenarse,
a mango medio pintón,
a palo recién floriao,
a lluvia sobre terrón,
a hierba que se remoza
y a vino de garrafón.

El ritmo viene con ella,
con ella va la canción,
los ojos relampagueando
ceniza, llama y carbón;
los mismos de caña dulce,
el cutis de papelón;
la lengua conversadora,
sonrisa como algodón,
y lunas del mismo río
los senos en eclosión,
alegres como perdices,
maracas del llano son,
saltando porque no llevan
sostenes con almidón…

Cintura de cuatro nuevo
sonando de son a son,
al pie del arpa sacude
la canta y el camisón;
anima el contrapunteo,
apura el trago de ron,
y todo el patio llanero
le suena bajo el talón,
igual a como se escucha
la pólvora en el cañon,
el látigo sobre el cuero,
el cedro en el ventarrón
y el dale-que-dale a pulso
la mano sobre el pilón.

La negra Juana María,
remanso y ensoñación,
dulcita como el guarapo,
tan agria como el limón,
va de joropo en joropo,
va de peón en peón;
chaparro cuando ventea,
pisar el caballo andón,
desprecia los amoríos,
no pide ni da razón;
y cuando pasa bailando,
ceñida en el galerón,
su risa y el zapateo
me dan en el corazón.

lunes, 19 de octubre de 2009

LA CASADA INFIEL


Y que yo me la llevè al rìo
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.

Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.

En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.

El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.

Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.

Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo, el cinturón con revolver.

Ella, sus cuatro corpiños.

Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.

Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.

No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo
la luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.

Sucia de besos y arena,
yo me la llevé del río.

Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy:
Como un gitano legítimo.

Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

jueves, 15 de octubre de 2009

CUANDO MI ESPÍRITU GALOPA


Cuando mi espíritu galopa
sus pisadas no son percibidas
parecen sonidos de pétalos
abriéndose al sol.

Cuando mi espíritu galopa
su respiración es el aire
no existen pulmones
ni exhalaciones ni inhalaciones.
Cuando mi espíritu galopa
sus cantos son notas
ocultas en las hojas secas
de un bosque en otoño.

Cuando mi espíritu galopa
sus colores son pinceladas
que reflejan alegrías y emociones
enmarcadas en el universo.

Cuando mi espíritu galopa
me abandona como un niño sin madre
y me siento como hijo del universo
dueño del todo desde sus orígenes hasta sus confines.

Cuando mi espíritu galopa
soy mar, viento, sangre, corazón
besos mojados y vientres excitados.

Y vuelve en tinta y papel
verso y poesía
rayones y ensayos
palabras exactas e inexactas
emociones de magos
tranvía de lejanas tierras
cantos del viento en el desierto
murmullos del mar
pensamientos sin formas ni palabras
imágenes congeladas de sonrisas de niños jugando
en parques destruidos por bombas cobardes.



lunes, 5 de octubre de 2009

POEMA 20


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
 y tiritan, azules, los astros a lo lejos». 
El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 Yo la quise, a veces ella también me quiso.
 En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
 La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no
 haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
 Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella,
 Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla;
 La noche está estrellada, y ella no está conmigo.
 Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
 Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca.
 Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
 La misma noche que hace blanquear los mismos árboles;
 Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
 Ya no la quiero, es cierto; pero cuánto la quise.
 Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
 De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro, Sus ojos infinitos.
 Ya no la quiero, es cierto; pero tal vez la quiero;
 es tan corto el amor y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
 Mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
 y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


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