POESÍA INOLVIDABLE

POESÍA INOLVIDABLE

sábado, 23 de mayo de 2015

CANTO DE LOS HIJOS EN MARCHA

Parque del Retiro, Madrid
Andrès Eloy Blanco

Madre, si me matan,
Que no venga el hombre de las sillas negras;
Que no vengan todos a pasar la noche
Rumiando pesares, mientras tú me lloras;
Que no esté la sala con los cuatro cirios
Y yo en una urna, mirando hacia arriba;
Que no estén las mesas llenas de remedios,
Que no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,
Que no venga el mozo con la tarjetera,
Ni cuelguen las flores de los candelabros
Ni estén mis hermanas llorando en la sala,
Ni estés tú sentada, con tu ropa nueva.
Madre, si me matan,
Que no venga el hombre de las sillas negras.
Lléname la casa de hombres y mujeres
Que cuenten el último amor de su vida;
Que ardan en la sala flores impetuosas,
Que en dos grandes copas quemen melaleuca,
Que toquen violines el sueño de Schuman;
Los frascos rebosen de vino y perfumes;
Que me miren todos, que se digan todos
Que tengo una cara de soldado muerto.
Lléname la casa
De flores regaladas, como en una selva.
Déjame en tu cuarto, cerca de tu cama;
Con mis cuatro hermanas, hagamos consejo;
Tenme de la mano, tenme de los labios,
Como aquella noche de mi padre muerto,
Y al cabo, dormidos iremos quedando,
Uno con su muerte y otro con su sueño.
Madre, si me matan,
Que no venga el coche para los entierros,
Con sus dos caballos gordos y pesados,
Como de levita, como del gobierno.
Que si traen caballos, traigan dos potrillos
Finos de cabeza, delgados de remos,
Que vayan saltando con claros relinchos,
Como si apostaran cuál llega primero.
Que parezca, madre,
Que voy a salirme de la caja negra
Y a saltar al lomo del mejor caballo
Y a volver al fuego.
Madre, si me matan,
Que no venga el coche para los entierros.
Madre, si me matan,
Y muero en los bosques o en mitad del llano,
Pide a los soldados que te den tu muerto;
Que los labradores y las labradoras
Y tú y mis hermanas, derramando flores,
Hasta un pueblo manso se lleven mi cuerpo;
Que con unos juncos hagan angarillas,
Que pongan mastranto y hojas y cayenas
Y que así me lleven hasta un cementerio
Con cerca de alambres y enredaderas.
Y cuando pasen los años
Tráeme a mi pedazo, junto al padre muerto
Y allí, que me pongan donde a ti te pongan,
En tu misma fosa y a tu lado izquierdo.
Madre, si me matan,
Pide a los soldados que te den tu muerto.
Madre, si me matan, no me entierres todo,
De la herida abierta sácame una gota,
De la honda melena sácame una trenza;
Cuando tengas frío, quémate en mi brasa;
Cuando no respires, suelta mi tormenta.
Madre, si me matan, no me entierres todo.
Madre, si me matan,
Ábreme la herida, ciérrame los ojos
Y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
Y esa pobre mano por la que me matan,
Pónmela en la herida por la que me muero.
Llora en un pañuelo que no tenga encajes;
Ponme tu pañuelo
Bajo la cabeza, triste todavía
Por las despedidas del último sueño,
Bajo la cabeza como casa sola,
Densa de un perfume de inquilino muerto.
Si vienen mujeres, diles, sin sollozos:
¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos
Y una palabra: justicia
Escriban sobre la tumba
Y un domingo, con sol afuera,
Vengan la madre y las hermanas
Y sonrían a la hermosa tumba
Con nardos, violetas y helechos de agua
Y hombres y mujeres del pueblo cercano
Que digan mi nombre como de su casa
Y alcen a los cielos cantos de victoria,
Madre, si me matan.
Mayo de 1929

domingo, 17 de mayo de 2015

¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por
probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?


¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?


También les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía.


 Ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros.


¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cigarrillos? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror.


Inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar.


¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?


También les queda discutir con Dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.







sábado, 9 de mayo de 2015

LA MADRE ES TODO



Madre es la que con amor
nos concibe enamorada,
va acariciando callada
la pasión de su interior.

La que pare con dolor entre gemidos y risa,
La que en su mente eterniza, a su hijo en dulce candor.

Madre es la que con valor
con su niño en el regazo,
burla al mundo y se abre paso,
entre la espina y la flor.

Madre es el buen sembrador cultivando su semilla,
hasta obtener la gavilla con sacrificio y sudor.

Madre es el mejor doctor
en nuestras noches de fiebre,
madre es el eximio orfebre,
esturgando nuestro error.

Es madre el nato escultor moldeando con sus manos,
hijos útiles y sanos para un futuro mejor.

Madre es el buen confesor
que nos escucha y nos guía,
madre es la que da alegría
con su cariño y calor.

La madre es un defensor luchando cual fiera herida,
pudiendo ofrendar su vida, por sus hijos sin temor.

Es el hombro apañador
en la duda y la tristeza,
es garantía en la mesa,
asegurando el sabor.

La madre pone el dulzor a la amargura y la pena,
nunca culpa ni condena, siempre quiere lo mejor.

Madre es el fiel guardador
el ángel más sacrosanto,
que nos vela en el quebranto
dándonos paz y vigor.

Cual divino intercesor es puente que va hacia Dios,como la madre no hay dos ¡Querámosla con fervor!

sábado, 23 de mayo de 2015

CANTO DE LOS HIJOS EN MARCHA

Parque del Retiro, Madrid
Andrès Eloy Blanco

Madre, si me matan,
Que no venga el hombre de las sillas negras;
Que no vengan todos a pasar la noche
Rumiando pesares, mientras tú me lloras;
Que no esté la sala con los cuatro cirios
Y yo en una urna, mirando hacia arriba;
Que no estén las mesas llenas de remedios,
Que no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,
Que no venga el mozo con la tarjetera,
Ni cuelguen las flores de los candelabros
Ni estén mis hermanas llorando en la sala,
Ni estés tú sentada, con tu ropa nueva.
Madre, si me matan,
Que no venga el hombre de las sillas negras.
Lléname la casa de hombres y mujeres
Que cuenten el último amor de su vida;
Que ardan en la sala flores impetuosas,
Que en dos grandes copas quemen melaleuca,
Que toquen violines el sueño de Schuman;
Los frascos rebosen de vino y perfumes;
Que me miren todos, que se digan todos
Que tengo una cara de soldado muerto.
Lléname la casa
De flores regaladas, como en una selva.
Déjame en tu cuarto, cerca de tu cama;
Con mis cuatro hermanas, hagamos consejo;
Tenme de la mano, tenme de los labios,
Como aquella noche de mi padre muerto,
Y al cabo, dormidos iremos quedando,
Uno con su muerte y otro con su sueño.
Madre, si me matan,
Que no venga el coche para los entierros,
Con sus dos caballos gordos y pesados,
Como de levita, como del gobierno.
Que si traen caballos, traigan dos potrillos
Finos de cabeza, delgados de remos,
Que vayan saltando con claros relinchos,
Como si apostaran cuál llega primero.
Que parezca, madre,
Que voy a salirme de la caja negra
Y a saltar al lomo del mejor caballo
Y a volver al fuego.
Madre, si me matan,
Que no venga el coche para los entierros.
Madre, si me matan,
Y muero en los bosques o en mitad del llano,
Pide a los soldados que te den tu muerto;
Que los labradores y las labradoras
Y tú y mis hermanas, derramando flores,
Hasta un pueblo manso se lleven mi cuerpo;
Que con unos juncos hagan angarillas,
Que pongan mastranto y hojas y cayenas
Y que así me lleven hasta un cementerio
Con cerca de alambres y enredaderas.
Y cuando pasen los años
Tráeme a mi pedazo, junto al padre muerto
Y allí, que me pongan donde a ti te pongan,
En tu misma fosa y a tu lado izquierdo.
Madre, si me matan,
Pide a los soldados que te den tu muerto.
Madre, si me matan, no me entierres todo,
De la herida abierta sácame una gota,
De la honda melena sácame una trenza;
Cuando tengas frío, quémate en mi brasa;
Cuando no respires, suelta mi tormenta.
Madre, si me matan, no me entierres todo.
Madre, si me matan,
Ábreme la herida, ciérrame los ojos
Y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
Y esa pobre mano por la que me matan,
Pónmela en la herida por la que me muero.
Llora en un pañuelo que no tenga encajes;
Ponme tu pañuelo
Bajo la cabeza, triste todavía
Por las despedidas del último sueño,
Bajo la cabeza como casa sola,
Densa de un perfume de inquilino muerto.
Si vienen mujeres, diles, sin sollozos:
¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos
Y una palabra: justicia
Escriban sobre la tumba
Y un domingo, con sol afuera,
Vengan la madre y las hermanas
Y sonrían a la hermosa tumba
Con nardos, violetas y helechos de agua
Y hombres y mujeres del pueblo cercano
Que digan mi nombre como de su casa
Y alcen a los cielos cantos de victoria,
Madre, si me matan.
Mayo de 1929

domingo, 17 de mayo de 2015

¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por
probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?


¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?


También les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía.


 Ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros.


¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cigarrillos? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror.


Inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar.


¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?


También les queda discutir con Dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.







sábado, 9 de mayo de 2015

LA MADRE ES TODO



Madre es la que con amor
nos concibe enamorada,
va acariciando callada
la pasión de su interior.

La que pare con dolor entre gemidos y risa,
La que en su mente eterniza, a su hijo en dulce candor.

Madre es la que con valor
con su niño en el regazo,
burla al mundo y se abre paso,
entre la espina y la flor.

Madre es el buen sembrador cultivando su semilla,
hasta obtener la gavilla con sacrificio y sudor.

Madre es el mejor doctor
en nuestras noches de fiebre,
madre es el eximio orfebre,
esturgando nuestro error.

Es madre el nato escultor moldeando con sus manos,
hijos útiles y sanos para un futuro mejor.

Madre es el buen confesor
que nos escucha y nos guía,
madre es la que da alegría
con su cariño y calor.

La madre es un defensor luchando cual fiera herida,
pudiendo ofrendar su vida, por sus hijos sin temor.

Es el hombro apañador
en la duda y la tristeza,
es garantía en la mesa,
asegurando el sabor.

La madre pone el dulzor a la amargura y la pena,
nunca culpa ni condena, siempre quiere lo mejor.

Madre es el fiel guardador
el ángel más sacrosanto,
que nos vela en el quebranto
dándonos paz y vigor.

Cual divino intercesor es puente que va hacia Dios,como la madre no hay dos ¡Querámosla con fervor!

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