POESÍA INOLVIDABLE

POESÍA INOLVIDABLE

miércoles, 15 de febrero de 2017

ESPÍRITU SIN NOMBRE


Espíritu sin nombre, 
indefinible esencia, 
yo vivo con la vida 
sin formas de la idea. 

Yo nado en el vacío, 
del sol tiemblo en la hoguera, 
palpito entre las sombras 
y floto con las nieblas. 

Yo soy el fleco de oro 
de la lejana estrella, 
yo soy de la alta luna 
la luz tibia y serena. 

Yo soy la ardiente nube 
que en el ocaso ondea, 
yo soy del astro errante 
la luminosa estela. 

Yo soy nieve en las cumbres, 
soy fuego en las arenas, 
azul onda en los mares 
y espuma en las riberas. 

En el laúd, soy nota, 
perfume en la violeta, 
fugaz llama en las tumbas 
y en las ruinas yedra. 

Yo atrueno en el torrente 
y silbo en la centella, 
y ciego en el relámpago 
y rujo en la tormenta. 

Yo río en los alcores, 
susurro en la alta yerba, 
suspiro en la onda pura 
y lloro en la hoja seca. 

Yo ondulo con los átomos 
del humo que se eleva 
y al cielo lento sube 
en espiral inmensa. 

Yo, en los dorados hilos 
que los insectos cuelgan 
me mezclo entre los árboles 
en la ardorosa siesta. 

Yo corro tras las ninfas 
que, en la corriente fresca 
del cristalino arroyo, 
desnudas juguetean. 

Yo, en bosques de corales 
que alfombran blancas perlas, 
persigo en el océano 
las náyades ligeras. 

Yo, en las cavernas cóncavas 
do el sol nunca penetra, 
mezclándome a los gnomos, 
contemplo sus riquezas. 

Yo busco de los siglos 
las ya borradas huellas, 
y sé de esos imperios 
de que ni el nombre queda. 

Yo sigo en raudo vértigo 
los mundos que voltean, 
y mi pupila abarca 
la creación entera. 

Yo sé de esas regiones 
a do un rumor no llega, 
y donde informes astros 
de vida un soplo esperan. 

Yo soy sobre el abismo 
el puente que atraviesa, 
yo soy la ignota escala 
que el cielo une a la tierra, 

Yo soy el invisible 
anillo que sujeta 
el mundo de la forma 
al mundo de la idea. 

Yo, en fin, soy ese espíritu, 
desconocida esencia, 
perfume misterioso 
de que es vaso el poeta.

sábado, 11 de febrero de 2017

CANCIÓN DE CARNAVAL


Musa, la máscara apresta,
ensaya un aire jovial
y goza y ríe en la fiesta
del Carnaval.

Ríe en la danza que gira,
muestra la pierna rosada,
y suene, como una lira,
tu carcajada.

Para volar más ligera
ponte dos hojas de rosa,
como hace tu compañera
la mariposa.

Y que en tu boca risueña,
que se une al alegre coro,
deje la abeja porteña
su miel de oro.

Únete a la mascarada,
y mientras muequea un clown
con la faz pintarrajeada
como Frank Brown;

mientras Arlequín revela
que al prisma sus tintes roba
y aparece Pulchinela
con su joroba,

di a Colombina la bella
lo que de ella pienso yo,
y descorcha una botella
para Pierrot.

Que él te cuente cómo rima
sus amores con la Luna
y te haga un poema en una
pantomima.

Da al aire la serenata,
toca el auro bandolín,
lleva un látigo de plata
para el spleen.

Sé lírica y sé bizarra;
con la cítara sé griega;
o gaucha, con la guitarra
de Santos Vega.

Mueve tu espléndido torso
por las calles pintorescas,
y juega y adorna el Corso
con rosas frescas.

De perlas riega un tesoro
de Andrade en el regio nido,
y en la hopalanda de Guido,
polvo de oro.

Penas y duelos olvida,
canta deleites y amores;
busca la flor de las flores
por Florida:

Con la armonía te encantas
de las rimas de cristal,
y deshojas a sus plantas,
un madrigal.

Piruetea, baila, inspira
versos locos y joviales;
celebre la alegre lira
los carnavales.

Sus gritos y sus canciones,
sus comparsas y sus trajes,
sus perlas, tintes y encajes
y pompones.

Y lleve la rauda brisa,
sonora, argentina, fresca,
¡la victoria de tu risa

funambulesca!

miércoles, 15 de febrero de 2017

ESPÍRITU SIN NOMBRE


Espíritu sin nombre, 
indefinible esencia, 
yo vivo con la vida 
sin formas de la idea. 

Yo nado en el vacío, 
del sol tiemblo en la hoguera, 
palpito entre las sombras 
y floto con las nieblas. 

Yo soy el fleco de oro 
de la lejana estrella, 
yo soy de la alta luna 
la luz tibia y serena. 

Yo soy la ardiente nube 
que en el ocaso ondea, 
yo soy del astro errante 
la luminosa estela. 

Yo soy nieve en las cumbres, 
soy fuego en las arenas, 
azul onda en los mares 
y espuma en las riberas. 

En el laúd, soy nota, 
perfume en la violeta, 
fugaz llama en las tumbas 
y en las ruinas yedra. 

Yo atrueno en el torrente 
y silbo en la centella, 
y ciego en el relámpago 
y rujo en la tormenta. 

Yo río en los alcores, 
susurro en la alta yerba, 
suspiro en la onda pura 
y lloro en la hoja seca. 

Yo ondulo con los átomos 
del humo que se eleva 
y al cielo lento sube 
en espiral inmensa. 

Yo, en los dorados hilos 
que los insectos cuelgan 
me mezclo entre los árboles 
en la ardorosa siesta. 

Yo corro tras las ninfas 
que, en la corriente fresca 
del cristalino arroyo, 
desnudas juguetean. 

Yo, en bosques de corales 
que alfombran blancas perlas, 
persigo en el océano 
las náyades ligeras. 

Yo, en las cavernas cóncavas 
do el sol nunca penetra, 
mezclándome a los gnomos, 
contemplo sus riquezas. 

Yo busco de los siglos 
las ya borradas huellas, 
y sé de esos imperios 
de que ni el nombre queda. 

Yo sigo en raudo vértigo 
los mundos que voltean, 
y mi pupila abarca 
la creación entera. 

Yo sé de esas regiones 
a do un rumor no llega, 
y donde informes astros 
de vida un soplo esperan. 

Yo soy sobre el abismo 
el puente que atraviesa, 
yo soy la ignota escala 
que el cielo une a la tierra, 

Yo soy el invisible 
anillo que sujeta 
el mundo de la forma 
al mundo de la idea. 

Yo, en fin, soy ese espíritu, 
desconocida esencia, 
perfume misterioso 
de que es vaso el poeta.

sábado, 11 de febrero de 2017

CANCIÓN DE CARNAVAL


Musa, la máscara apresta,
ensaya un aire jovial
y goza y ríe en la fiesta
del Carnaval.

Ríe en la danza que gira,
muestra la pierna rosada,
y suene, como una lira,
tu carcajada.

Para volar más ligera
ponte dos hojas de rosa,
como hace tu compañera
la mariposa.

Y que en tu boca risueña,
que se une al alegre coro,
deje la abeja porteña
su miel de oro.

Únete a la mascarada,
y mientras muequea un clown
con la faz pintarrajeada
como Frank Brown;

mientras Arlequín revela
que al prisma sus tintes roba
y aparece Pulchinela
con su joroba,

di a Colombina la bella
lo que de ella pienso yo,
y descorcha una botella
para Pierrot.

Que él te cuente cómo rima
sus amores con la Luna
y te haga un poema en una
pantomima.

Da al aire la serenata,
toca el auro bandolín,
lleva un látigo de plata
para el spleen.

Sé lírica y sé bizarra;
con la cítara sé griega;
o gaucha, con la guitarra
de Santos Vega.

Mueve tu espléndido torso
por las calles pintorescas,
y juega y adorna el Corso
con rosas frescas.

De perlas riega un tesoro
de Andrade en el regio nido,
y en la hopalanda de Guido,
polvo de oro.

Penas y duelos olvida,
canta deleites y amores;
busca la flor de las flores
por Florida:

Con la armonía te encantas
de las rimas de cristal,
y deshojas a sus plantas,
un madrigal.

Piruetea, baila, inspira
versos locos y joviales;
celebre la alegre lira
los carnavales.

Sus gritos y sus canciones,
sus comparsas y sus trajes,
sus perlas, tintes y encajes
y pompones.

Y lleve la rauda brisa,
sonora, argentina, fresca,
¡la victoria de tu risa

funambulesca!

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