POESÍA INOLVIDABLE

POESÍA INOLVIDABLE

lunes, 23 de abril de 2012

HAY UN DÍA FELIZ


A recorrer me dediqué esta tarde

Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
que es el único amigo que me queda.

Todo está como entonces, el otoño
Y su difusa lámpara de niebla,
sólo que el tiempo lo ha invadido todo
con su pálido manto de tristeza.

Nunca pensé, creédmelo, un instante
volver a ver esta querida tierra,
pero ahora que he vuelto no comprendo
cómo pude alejarme de su puerta.

Nada ha cambiado, ni sus casas blancas
ni sus viejos portones de madera.

Todo está en su lugar; las golondrinas
en la torre más alta de la iglesia;
el caracol en el jardín, y el musgo
en las húmedas manos de las piedras.

No se puede dudar, éste es el reino
del cielo azul y de las hojas secas
en donde todo y cada cosa tiene
su singular y plácida leyenda:
hasta en la propia sombra reconozco
la mirada celeste de mi abuela.

Estos fueron los hechos memorables
que presenció mi juventud primera,
el correo en la esquina de la plaza
y la humedad en las murallas viejas.

¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
uno apreciar la dicha verdadera,
cuando la imaginamos más lejana
es justamente cuando está más cerca.

Ay de mí, ¡Ay de mí!, algo me dice
que la vida no es más que una quimera;
una ilusión, un sueño sin orillas,
una pequeña nube pasajera.

Vamos por partes, no sé bien qué digo,
la emoción se me sube a la cabeza.

Como ya era la hora del silencio
cuando emprendí mi singular empresa,
una tras otra, en oleaje mudo,
al establo volvían las ovejas.

Las saludé personalmente a todas
Y cuando estuve frente a la arboleda
que alimenta el oído del viajero
con su inefable música secreta
recordé el mar y enumeré las hojas
en homenaje a mis hermanas muertas.

Perfectamente bien. Seguí mi viaje
como quien de la vida nada espera.

Pasé frente a la rueda del molino,
me detuve delante de una tienda:
el olor del café siempre es el mismo,
siempre la misma luna en mi cabeza;
entre el río de entonces y el de ahora
no distingo ninguna diferencia.

Lo reconozco bien, éste es el árbol
que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
fuera mejor que una ventana abierta).

Yo me atrevo a afirmar que su conducta
era un trasunto fiel de la Edad Media,
cuando el perro dormía dulcemente
bajo el ángulo recto de una estrella.

A estas alturas siento que me envuelve
el delicado olor de las violetas
que mi amorosa madre cultivaba
para curar la tos y la tristeza.

Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
no podría decirlo con certeza;
todo está igual, seguramente,
el vino y el ruiseñor encima de la mesa,
mis hermanos menores a esta hora
deben venir de vuelta de la escuela:
¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
como una blanca tempestad de arena!


lunes, 16 de abril de 2012

UN ELEFANTE ENAMORADO


Un elefante muy enamorado
su corazón noble agiganta
para dar su amor sagrado
a su querida y bella elefanta.

Ese enamorado elefante
rompiendo todos los esquemas
le trajo a su amor delirante
una flor de lo más tierna.
.
No se sabe si el elefante es afri
cano
o por el contrario si asiático es,
solo se sabe que está enamorado
y que quiere casarse de una vez.

Al ver a ese elefante amoroso y tierno
finalmente he comprendido,
que también a los paquidermos

les llega la flecha de Cupido.

viernes, 13 de abril de 2012

PLEITO DEL AMAR Y QUERER



Me muero por preguntarte

si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

-Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

-Pero es que no da lo mismo.
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

-Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

-Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.
-¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

-No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

-¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.

Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

-Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

-Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

-Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz..

-Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.

Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;

Es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;

Es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;

Es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.

Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

-Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
de crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,

y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
-"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"

Que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

Que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,

Y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicios humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo

lunes, 23 de abril de 2012

HAY UN DÍA FELIZ


A recorrer me dediqué esta tarde

Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
que es el único amigo que me queda.

Todo está como entonces, el otoño
Y su difusa lámpara de niebla,
sólo que el tiempo lo ha invadido todo
con su pálido manto de tristeza.

Nunca pensé, creédmelo, un instante
volver a ver esta querida tierra,
pero ahora que he vuelto no comprendo
cómo pude alejarme de su puerta.

Nada ha cambiado, ni sus casas blancas
ni sus viejos portones de madera.

Todo está en su lugar; las golondrinas
en la torre más alta de la iglesia;
el caracol en el jardín, y el musgo
en las húmedas manos de las piedras.

No se puede dudar, éste es el reino
del cielo azul y de las hojas secas
en donde todo y cada cosa tiene
su singular y plácida leyenda:
hasta en la propia sombra reconozco
la mirada celeste de mi abuela.

Estos fueron los hechos memorables
que presenció mi juventud primera,
el correo en la esquina de la plaza
y la humedad en las murallas viejas.

¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
uno apreciar la dicha verdadera,
cuando la imaginamos más lejana
es justamente cuando está más cerca.

Ay de mí, ¡Ay de mí!, algo me dice
que la vida no es más que una quimera;
una ilusión, un sueño sin orillas,
una pequeña nube pasajera.

Vamos por partes, no sé bien qué digo,
la emoción se me sube a la cabeza.

Como ya era la hora del silencio
cuando emprendí mi singular empresa,
una tras otra, en oleaje mudo,
al establo volvían las ovejas.

Las saludé personalmente a todas
Y cuando estuve frente a la arboleda
que alimenta el oído del viajero
con su inefable música secreta
recordé el mar y enumeré las hojas
en homenaje a mis hermanas muertas.

Perfectamente bien. Seguí mi viaje
como quien de la vida nada espera.

Pasé frente a la rueda del molino,
me detuve delante de una tienda:
el olor del café siempre es el mismo,
siempre la misma luna en mi cabeza;
entre el río de entonces y el de ahora
no distingo ninguna diferencia.

Lo reconozco bien, éste es el árbol
que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
fuera mejor que una ventana abierta).

Yo me atrevo a afirmar que su conducta
era un trasunto fiel de la Edad Media,
cuando el perro dormía dulcemente
bajo el ángulo recto de una estrella.

A estas alturas siento que me envuelve
el delicado olor de las violetas
que mi amorosa madre cultivaba
para curar la tos y la tristeza.

Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
no podría decirlo con certeza;
todo está igual, seguramente,
el vino y el ruiseñor encima de la mesa,
mis hermanos menores a esta hora
deben venir de vuelta de la escuela:
¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
como una blanca tempestad de arena!


lunes, 16 de abril de 2012

UN ELEFANTE ENAMORADO


Un elefante muy enamorado
su corazón noble agiganta
para dar su amor sagrado
a su querida y bella elefanta.

Ese enamorado elefante
rompiendo todos los esquemas
le trajo a su amor delirante
una flor de lo más tierna.
.
No se sabe si el elefante es afri
cano
o por el contrario si asiático es,
solo se sabe que está enamorado
y que quiere casarse de una vez.

Al ver a ese elefante amoroso y tierno
finalmente he comprendido,
que también a los paquidermos

les llega la flecha de Cupido.

viernes, 13 de abril de 2012

PLEITO DEL AMAR Y QUERER



Me muero por preguntarte

si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

-Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

-Pero es que no da lo mismo.
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

-Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

-Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.
-¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

-No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

-¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.

Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

-Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

-Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

-Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz..

-Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.

Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;

Es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;

Es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;

Es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.

Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

-Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
de crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,

y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
-"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"

Que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

Que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,

Y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicios humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo

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