POESÍA INOLVIDABLE

POESÍA INOLVIDABLE

domingo, 24 de enero de 2010

PLEITO DE AMAR Y QUERER



Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

Pero es que no da lo mismo...
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.

¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.

Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz..

Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.

Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;
es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;
es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;
es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.
es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,
y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:

"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"
que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;
que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,
y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicio humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.

jueves, 21 de enero de 2010

CANTO IRREGULAR A VENEZUELA



“Canto irregular a Venezuela”

“Venezuela del canto emocionado, doliente Venezuela campesina.

puerto fluvial abierto en el costado de América sensual y fugitiva.

Venezuela del hierro arrebatado sin el penacho gris de las usinas.

Venezuela del agro quebrantado bajo el peso de torres exhaustivas.

Dormida tierra de dolor clavado en la tumba sin muerte de Bolívar,
te canto mi dolor crucificado en el hondo ejercicio de la vida.

Yo canto, Venezuela, tu ternura de joven madre de violento seno,
por cuyas venas el dolor que suba su recio corazón tendrá por freno.

Yo he presentido en tu yacer de fruta, que sólo el campo de fragor sereno,
guarda el rescoldo de sus claras grutas,
el gris fulgor de tu silencio pleno, el péndulo callado de tus dudas
y el pozo de rencor, que cuando lleno, manchará tus pupilas inseguras
de joven madre de violento seno.




Venezuela de tierras infinitas...
...campo sin campesino y sin arado.

Despliega en fe tus flores amarillas, tu reto general transfigurado:
Araguaney que derrotó a la encina para asomarse al cielo despejado.

¡Ese grito de luz es una herida que deja el horizonte traspasado!
¡Ese grito de amor es una fina puerta de sol para el avión plateado,
que encuentra así su ruta definida para cruzar el cielo parcelado!


Venezuela del indio ensimismado...
...en su morada de infinita selva.

Venezuela del río serenado para una angustia de piraguas quietas.

Venezuela de muerto en el costado a la hora difusa de su guerra.

Venezuela del oro ensangrentado en la roca y en el agua de su tierra.

Venezuela del hálito cortado en la raíz de su frustrada siembra.

Memoria de Bolívar enterrado sin pluma, ni palabra, ni guerrera.


Es necesario resumir tu historia...
...para el hombre común desorientado.

Es necesario precisar el mito de la tierra, del grito y del caballo.

Es necesario realizar el símbolo del niño con juguetes y zapatos.

Es necesario condenar el odio a una muerte sin gloria ni sudario.

Por tu dolor sin nombre ni apellido, por tu cabal dolor venezolano,
cada esquina del canto me florece caminos para el rumbo de tus pasos.


Yo canto, Venezuela, lo pasado…
... historia de una suerte interrumpida.

Venezuela del gesto visionario y la realización interrumpida.

Venezuela del grito afortunado y respuesta cabal interrumpida.

Venezuela del rumbo solidario antes de haber nacido interrumpida.

Venezuela de gloria hace cien años, la única en no ser interrumpida,
el símbolo del tiempo clausurado, la espiga de la luz interrumpida.


¡Yo canto, Venezuela, lo quedado...
...el viento por las ramas detenido,
el hombre por los sueños sepultado,
el niño a quien los meses han vencido,
el viejo a quien los años han sobrado,
el pozo de petróleo concluido, el hierro de los montes ocupado,
el áureo yacimiento derretido, el bosque de los cedros derrumbado,
la selva de caoba ya vencida,
el seno de la tierra ya comprado,
el alma de tus pueblos preterida!
Yo canto, Venezuela, lo alcanzado:
tu horizonte con rumbo de boinas,
Tu microscopio de cristales claros.

Tu página de luz en la pupila del obrero, el artista y el soldado.

Pueblo de la esperanza confundida, pero nunca jamás desalentado:
tu campo de la entraña estremecida la rosa de los vientos ha citado.

Yo canto, Venezuela, tu semilla de recio corazón acrisolado.


Yo canto, Venezuela, lo buscado...
...toro de luz que empuje los portones con pecho de labriego enamorado.

Violenta espuma de pasión salobre rompiendo lanzas contra el barco anclado.

Nube que de los riscos llame al hombre,
le tienda tu mantel fertilizado
y multiplique sobre cada monte un verde elemental iluminado.
No más el dedo sobre rumbos ocres...
No más la espiga sobre el suelo ajado...
¡Ninguna mancha sobre el horizonte!
Si alguna vez mi labio no te nombra,
si alguna vez mi verso no te canta,
si mis ojos de siempre no te miran,
si mi mano de pronto no te alcanza,
si mi sueño mejor no te prefiere,
si mi sangre cordial no te retrata,
si mis huesos de muerte no te buscan,
si tu puerta de amor me está cerrada,
entierra con tu rosa más oscura mi cadáver de fe venezolana.


Venezuela del canto emocionado…
...doliente Venezuela campesina.

Venero de mi luz, que amenazado,
más hondo el pensamiento me ilumina.

Yo canto tu perfil ilusionado.

Escucho el eco de tu selva herida.

Oigo el llanto del suelo lacerado.

Advierto tus estrellas matutinas.

Me embriago con el aire saturado de tu aroma primario y primitivo.

Tengo fijos mis ojos de soldado en la tumba sin muerte de Bolívar”.

domingo, 24 de enero de 2010

PLEITO DE AMAR Y QUERER



Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

Pero es que no da lo mismo...
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.

¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.

Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz..

Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.

Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios;
es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;
es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;
es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.
es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque el quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;
ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,
y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:

"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"
que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;
que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,
y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicio humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.

jueves, 21 de enero de 2010

CANTO IRREGULAR A VENEZUELA



“Canto irregular a Venezuela”

“Venezuela del canto emocionado, doliente Venezuela campesina.

puerto fluvial abierto en el costado de América sensual y fugitiva.

Venezuela del hierro arrebatado sin el penacho gris de las usinas.

Venezuela del agro quebrantado bajo el peso de torres exhaustivas.

Dormida tierra de dolor clavado en la tumba sin muerte de Bolívar,
te canto mi dolor crucificado en el hondo ejercicio de la vida.

Yo canto, Venezuela, tu ternura de joven madre de violento seno,
por cuyas venas el dolor que suba su recio corazón tendrá por freno.

Yo he presentido en tu yacer de fruta, que sólo el campo de fragor sereno,
guarda el rescoldo de sus claras grutas,
el gris fulgor de tu silencio pleno, el péndulo callado de tus dudas
y el pozo de rencor, que cuando lleno, manchará tus pupilas inseguras
de joven madre de violento seno.




Venezuela de tierras infinitas...
...campo sin campesino y sin arado.

Despliega en fe tus flores amarillas, tu reto general transfigurado:
Araguaney que derrotó a la encina para asomarse al cielo despejado.

¡Ese grito de luz es una herida que deja el horizonte traspasado!
¡Ese grito de amor es una fina puerta de sol para el avión plateado,
que encuentra así su ruta definida para cruzar el cielo parcelado!


Venezuela del indio ensimismado...
...en su morada de infinita selva.

Venezuela del río serenado para una angustia de piraguas quietas.

Venezuela de muerto en el costado a la hora difusa de su guerra.

Venezuela del oro ensangrentado en la roca y en el agua de su tierra.

Venezuela del hálito cortado en la raíz de su frustrada siembra.

Memoria de Bolívar enterrado sin pluma, ni palabra, ni guerrera.


Es necesario resumir tu historia...
...para el hombre común desorientado.

Es necesario precisar el mito de la tierra, del grito y del caballo.

Es necesario realizar el símbolo del niño con juguetes y zapatos.

Es necesario condenar el odio a una muerte sin gloria ni sudario.

Por tu dolor sin nombre ni apellido, por tu cabal dolor venezolano,
cada esquina del canto me florece caminos para el rumbo de tus pasos.


Yo canto, Venezuela, lo pasado…
... historia de una suerte interrumpida.

Venezuela del gesto visionario y la realización interrumpida.

Venezuela del grito afortunado y respuesta cabal interrumpida.

Venezuela del rumbo solidario antes de haber nacido interrumpida.

Venezuela de gloria hace cien años, la única en no ser interrumpida,
el símbolo del tiempo clausurado, la espiga de la luz interrumpida.


¡Yo canto, Venezuela, lo quedado...
...el viento por las ramas detenido,
el hombre por los sueños sepultado,
el niño a quien los meses han vencido,
el viejo a quien los años han sobrado,
el pozo de petróleo concluido, el hierro de los montes ocupado,
el áureo yacimiento derretido, el bosque de los cedros derrumbado,
la selva de caoba ya vencida,
el seno de la tierra ya comprado,
el alma de tus pueblos preterida!
Yo canto, Venezuela, lo alcanzado:
tu horizonte con rumbo de boinas,
Tu microscopio de cristales claros.

Tu página de luz en la pupila del obrero, el artista y el soldado.

Pueblo de la esperanza confundida, pero nunca jamás desalentado:
tu campo de la entraña estremecida la rosa de los vientos ha citado.

Yo canto, Venezuela, tu semilla de recio corazón acrisolado.


Yo canto, Venezuela, lo buscado...
...toro de luz que empuje los portones con pecho de labriego enamorado.

Violenta espuma de pasión salobre rompiendo lanzas contra el barco anclado.

Nube que de los riscos llame al hombre,
le tienda tu mantel fertilizado
y multiplique sobre cada monte un verde elemental iluminado.
No más el dedo sobre rumbos ocres...
No más la espiga sobre el suelo ajado...
¡Ninguna mancha sobre el horizonte!
Si alguna vez mi labio no te nombra,
si alguna vez mi verso no te canta,
si mis ojos de siempre no te miran,
si mi mano de pronto no te alcanza,
si mi sueño mejor no te prefiere,
si mi sangre cordial no te retrata,
si mis huesos de muerte no te buscan,
si tu puerta de amor me está cerrada,
entierra con tu rosa más oscura mi cadáver de fe venezolana.


Venezuela del canto emocionado…
...doliente Venezuela campesina.

Venero de mi luz, que amenazado,
más hondo el pensamiento me ilumina.

Yo canto tu perfil ilusionado.

Escucho el eco de tu selva herida.

Oigo el llanto del suelo lacerado.

Advierto tus estrellas matutinas.

Me embriago con el aire saturado de tu aroma primario y primitivo.

Tengo fijos mis ojos de soldado en la tumba sin muerte de Bolívar”.

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